Segunda sesión con Lumea, primeros resultados visibles y otras cosas

Hola chicas!

Hoy toca contaros qué tal me ha ido, después de la segunda sesión de tratamiento con Lumea que me tocaba ayer. Pero antes de eso, quería dar las gracias a todas las chicas que me habéis dejado un comentario recomendándome un desmaquillante en la entrada del 30 de abril. La verdad es que me habéis ayudado mucho, y quería comentaros que finalmente me he decantado por el bifásico de Yves Rocher que me recomendasteis algunas de vosotras. Me hubiera gustado probar el de Clinique o el Bi-Fácil de Lancôme, pero el precio me ha echado un poco para atrás. Quizá la próxima vez. El de Yves Rocher me ha costado 7,30€ y ya os contaré qué tal me va, cuando lo pruebe.

Comentaros también, que ayer fui a Secretos de Belleza, pero finalmente no me llevé nada, y no por falta de ganas, pero hay que racionalizar el presupuesto, así que ésta primera visita sólo he echado el ojo a varias cositas y la próxima veré qué me llevo de todo lo que me ha gustado. Como siempre, hay ofertas bastante tentadoras y es difícil resistirse, pero es que estoy llegando ya a una situación que no tengo ya espacio dónde guardar todas las cremitas, mascarillas, maquillaje y demás potis que tengo.

Y dicho esto, pasamos al tema principal de la entrada. Ayer me tocaba mi segunda sesión con Lumea. Para no repetirme y si os habéis perdido mi anterior entrada en la que explico cómo se utiliza Lumea, podéis pinchar AQUÍ para leer los pasos que hay que seguir. Así pasamos directamente a los resultados que he notado después de la primera sesión.

Lo cierto es que en cuanto a los resultados Lumea me ha sorprendido muy gratamente. No esperaba notarlos tan pronto, y menos después de sólo una sesión. Como os decía, me hice la primera sesión en medias piernas hace dos sábados. Y conforme pasaban los días, me di cuenta de que el vello tardaba en salir y en algunas zonas directamente no salía. Inesperado, ¿verdad? Al principio pensé que este efecto duraría sólo hasta la próxima depilación con la cuchilla (hay que utilizar este método mientras dure el tratamiento con Lumea para que sea efectivo), pero comprobé con sorpresa, que después de pasarme la cuchilla el vello seguía sin salir en algunas zonas y en otras tardaba en salir. Eso sí, de momento no noto que el vello que sale esté debilitado, ni tampoco se me cae, pero me imagino que empezaré a notar estos efectos conforme vaya avanzando con las sesiones.

Y así de contenta llegué a la segunda sesión. La he realizado igualmente utilizando la intensidad 4. No he notado nada distinto de la otra vez, algunos pinchacitos en la zona externa de la pierna y un intenso calor, pero nada de dolor. En un principio pensaba esta vez probar la máxima intensidad, ya que a mayor intensidad, se supone que mejoran los resultados, pero no me he atrevido. Quizá la próxima sesión. También he notado que esta vez he ido más rápida, nada como coger algo de práctica, pero la batería me ha hecho parar dos veces para cargarla, una casi al final cuando me quedaba ya muy poquito, pero qué le vamos a hacer. Hoy por hoy, creo que éste es el principal inconveniente que le veo a Lumea, la batería, y es una molestia, porque luego tienes que esperar hora y media para que se cargue. Pero bueno, salvo esto, de momento mi experiencia está resultando bastante positiva y estoy impaciente por comprobar los resultados después de la segunda sesión.

Y esto es todo por hoy, chicas. Cualquier aclaración que necesitéis al respecto, no dudéis en dejarme un comentario. Estaré encantada de poder resolver vuestras dudas y contestar si tenéis alguna pregunta.

Hasta la próxima y gracias por leerme y comentar!