Primera sesión con Lumea de Philips

Hola chicas!

Como ya sabéis, gracias a Bopki, estoy probando Lumea de Philips. El paquete me llegó el martes, pero hasta hoy no he tenido tiempo suficiente para probarla.

Para aquellas de vosotras, que aún no sabéis muy bien qué es Lumea, os cuento que se trata de un sistema de depilación con luz pulsada intensa (IPL), que aplica sutiles pulsaciones de luz sobre la raíz del vello, por lo que inhibe su crecimiento y origina su desaparición de forma natural. Este sistema de fotodepilación promete una importante reducción del vello después de tan sólo 2 tratamientos, y resultados óptimos tras 4 ó 5 tratamientos.

Lumea está diseñada para eliminar el vello corporal femenino de las zonas por debajo del cuello y ha sido desarrollada en estrecha colaboración con importantes dermatólogos para conseguir un tratamiento eficaz y delicado, incluso en las zonas más sensibles del cuerpo.

Este sistema no está indicado para mujeres con piel negra o si el color del vello es rubio claro, blanco, gris o pelirrojo. Tampoco debe utilizarse en tatuajes, verrugas, maquillaje permanente, lunares, cicatrices o varices. El aparato no debe utilizarse para el uso de niñas menores de 14 años, ni por mujeres embarazadas.



Dicho esto, os cuento mi primera experiencia con Lumea. Comentaros que ayer por la tarde me hice una prueba en una pequeña zona en la pierna, tal y como se recomienda en el manual de uso. Y como no he notado nada raro, ni tampoco me ha salido ninguna rojez ni nada, pues hoy me he lanzado con medias piernas.

Os cuento los pasos que hay que seguir:

Para unos resultados óptimos y máxima eficacia hay que preparar las zonas que se van a tratar afeitándolas con cuchilla. Es importante no saltarse este paso porque si se realiza el tratamiento sobre piel sin afeitar o mal afeitada, se pueden producir reacciones cutáneas y efectos secundarios.

Paso 1. Comprobar si hay vello, suciedad o fibras en la ventanilla extraíble y el filtro de cristal. Si la ventanilla está sucia, hay que limpiarla antes de iniciar el tratamiento.

Paso 2. Pulsar el botón de encendido/apagado para encender el aparato.

Paso 3. Ajustar la intensidad (de 1 a 5) indicada para cada tipo de piel y vello.

Paso 4. Colocar el aparato en perpendicular sobre la piel de forma que la ventanilla y el anillo de seguridad estén totalmente en contacto con la piel.



Paso 5. Ejercer una ligera presión en el anillo de seguridad. Cuando el aparato esté en posición correcta se enciende la luz verde del indicador de “listo para emisión de pulso” que está situado en la parte posterior del aparato.

Paso 6. Pulsar el botón de emisión de pulsos. Lumea emitirá un pulso de luz. Es importante no aplicar más de un pulso de luz en el mismo punto y asegurarse de levantar el aparato de la piel antes de cada pulso de luz.

Paso 7. Apagar el aparato una vez terminado el tratamiento.

Como veis, utilizar Lumea no es nada complicado. El indicador de “listo para emitir impulso” es de gran ayuda y nos va guiando para colocar el aparato en la posición correcta. Como no pesa mucho ni lleva cable, el tratamiento no cansa la mano y se puede realizar donde más cómodas estamos.

He realizado el tratamiento con intensidad 4. (para mi tipo de piel y vello está indicada intensidad 4 ó 5). Os tengo que decir que en ningún momento he sentido dolor, pero sí unos ligeros pinchacitos y calorcito. En ciertas zonas han sido más intensos y molestos, mientras que en otras apenas los he notado. Como ha sido la primera vez, he ido un poco lenta, pero aún así, la batería me ha dado para hacerme las dos medias piernas. Después del tratamiento no noto la piel irritada, quizá un pelín enrojecida en ciertas zonas pero que por lo que estoy observando poco a poco están desapareciendo. Eso sí, tengo las piernas super calientes. En cuanto a la luz que se emite al hacer el disparo, se recomienda no mirarla directamente, y como tengo los ojos muy sensibles y a la mínima me molesta el sol, he procurado, girar la cabeza un poco en el momento de la emisión del pulso de luz. Quizá por eso, y porque no hacía los disparos muy seguidos, no he sentido molestias provocadas por la luz, como he leído que les ha pasado a algunas chicas que también están probando Lumea.

Ahora me toca repetir el tratamiento en las piernas en dos semanas y veremos qué tal. Mientras tanto lo probaré en otras zonas y naturalmente os iré contando mis impresiones.

No dudéis en preguntarme si tenéis alguna duda respecto al tratamiento, al aparato o cualquier cosa que se me haya podido olvidar contaros. Estaré encantada de contestar a vuestras preguntas.

Un beso y hasta la próxima!