Cuidados básicos según el tipo de piel

Lo cierto es que hace ya tiempo que quería hacer un post sobre los tipos de piel, cómo identificarlos y qué cuidados precisa cada uno. De hecho, cuando empecé con el blog mi idea inicial era dedicar las primeras entradas a estos temas, ya que me parece fundamental aprender a cuidar nuestra piel adecuadamente y francamente opino que un cutis descuidado puede estropear hasta el mejor maquillaje. Pero por una u otra razón lo iba posponiendo hasta hoy que he decidido que un tema tan importante no puede faltar en mi blog y que quizá a algunas de vosotras os puede ser muy útil.

Para empezar, creo que es fundamental saber qué tipo de piel tenemos, por una razón muy sencilla: poder elegir correctamente los cuidados, el tratamiento y hasta el maquillaje que mejor cubra las necesidades de nuestro cutis. O no os ha pasado alguna vez que compráis un producto que todo el mundo recomienda y del que hablan maravillas, pero sin embargo, a vosotras no os va para nada bien. Pues en la mayoría de estos casos esto se debe a que posiblemente este producto no sea adecuado para vuestro tipo de piel.

No voy a entrar en muchos detalles para no alargar demasiado el post y porque tampoco pretendo hacer un estudio científico sobre la piel . Mejor pasamos directamente al grano con algunos conceptos básicos sobre cómo identificar qué tipo de piel tenemos y cómo cuidarlo.

Tipos de piel: realmente existen varios criterios para clasificar la piel, según la epidermis (la capa más superficial de la piel) podemos distinguir entre piel gruesa y piel delgada; según la dermis (la capa intermedia) podemos determinar si una piel es flácida, aquella que ha perdido la elasticidad o tónica, aquella que presenta tensión y elasticidad, y según las secreciones distinguimos piel normal, seca, grasa o mixta.


PIEL NORMAL: Es una piel equilibrada, las secreciones sebáceas son normales, lo que la hace flexible y resistente, con poros apenas visibles, carencia de imperfecciones y un tacto suave. Otra característica de este tipo de piel típica de los niños, es que se broncea moderadamente al sol, resiste bien los cambios climatológicos y no suele presentar ningún tipo de problema. Vamos, el sueño de cualquier chica.

¿Qué cuidados precisa? Limpiar mañana y noche con leche desmaquillante o algún producto limpiador al agua, pero sin jabón (gel, espuma, etc.) Después habría que tonificar la piel con tónico sin alcohol para no resecarla. Por la mañana se recomienda utilizar una crema hidratante indicada para pieles normales y por la noche es mejor optar por una nutritiva. Una o dos veces por semana se aconseja el uso de mascarillas hidratantes o nutritivas y una vez cada 15 días, exfoliación.

PIEL SECA: Es mate y se tensa con facilidad dado que sus glándulas sebáceas no producen suficiente grasa. También a causa de esto es un tipo de piel fina y sensible, propensa a descamarse, presentar arruguitas finas y rojeces, es poco tolerante al sol, el frío o el viento. Aunque tiene algo positivo y es que los poros son casi imperceptibles.

¿Qué cuidados precisa? El objetivo principal debe ser retener el agua. Por ello hay que elegir muy bien los productos tanto de limpieza, como de tratamiento. Por ejemplo hay que evitar los limpiadores al agua porque pueden dejar sensación de tirantez. Es mejor optar por texturas emolientes y untuosas. El tónico tiene que ser obligatoriamente sin alcohol y si puede ser con propiedades calmantes. Dado que este tipo de piel suele envejecer antes hay que extremar los cuidados e hidratar adecuadamente la piel con cremas enriquecidas con manteca de Karité o aceite de rosa mosqueta, por ejemplo. Por la noche, cuando la piel está más receptiva hay que ayudarla con un crema que le proporcione elementos hidratantes, nutritivos y regenerantes. Así por la mañana la piel amanecerá suave, relajada y luminosa. Como cuidados extra se recomienda aplicar una mascarilla hidratante una vez por semana y realizar una exfoliación una vez cada 15 días para eliminar las células muertas.


PIEL GRASA: su principal característica es la mayor actividad de las glándulas sebáceas y por lo consiguiente un exceso de grasa. Tiene una epidermis más gruesa y endurecida. Se aprecian poros dilatados, puntos negros y a veces granitos.

¿Qué cuidados precisa? Al presentar varios problemas este tipo de piel necesita muchas atenciones y además una dieta equilibrada libre de alimentos grasos. Muchas mujeres piensan que no es necesario hidratar la piel grasa, pero esto es totalmente erróneo. La piel grasa requiere un tratamiento hidratante que estabilice la producción sebácea, controle los brillos y afine el poro. Hay que seguir a rajatabla una rutina de limpieza estricta tanto por la mañana como por la noche. Lo más aconsejable es utilizar un gel limpiador equilibrante, un tónico astringente que matifique la piel y cierre los poros y una hidratante reguladora y oil free (libre de aceites). Por la noche se puede recurrir a algún tratamiento purificante para eliminar y prevenir los granitos. Para este tipo de piel se recomienda realizar una o dos exfoliaciones a la semana para liberar a la piel de células muertas y desincrustar la suciedad que tapona los poros, así como el uso de mascarillas purificantes, a base de arcilla, por ejemplo, una o dos veces por semana.

PIEL MIXTA: este tipo de piel suele presentar brillos en la zona T (la zona central de la cara, frente, nariz y mentón), mientras que en el resto del rostro es de tipo o bien seca o incluso normal. En algunos casos también se observan poros dilatados y presencia de comedones o puntos negros.

¿Qué cuidados precisa? Bajo mi punto de vista es el tipo de piel que más complicaciones presenta a la hora de cuidarla. Igual que en los anteriores casos hay que hacer una limpieza cuidadosa preferentemente con una limpiador en gel o mousse equilibrante que ayude a eliminar el exceso de grasa además de hidratar las zonas secas para no dejar la piel tirante. Deberíamos procurar utilizar un tónico facial que ayuda a cerrar los poros, refrescar, suavizar y flexibilizar la piel. Hoy día en el mercado existen cremas hidratantes "inteligentes" creadas específicamente para cubrir las necesidades de la piel mixta. No obstante si disponemos de un producto específico, hay un pequeño truquito a la hora de aplicar la hidratante, que consiste en empezar a extender el producto desde las mejillas hacia el centro de la cara. De este modo hidrataríamos en profundidad las zonas secas y al mismo tiempo evitaríamos cargar en exceso la T zona. Como cuidado extra es imprescindible exfoliar la piel una vez a la semana y aplicar mascarillas hidratantes (por toda el rostro) y mascarillas purificantes (sólo en la T zona).

Dicho esto, hay que tener presente que la piel no siempre es la misma. Me explico, durante el año, bajo los efectos de sol, el frío, el aire acondicionado, la calefacción o incluso por el estrés o los cambios hormonales, la piel puede verse alterada y volverse o más grasa o de normal a seca. Mi piel, por ejemplo, con los años ha cambiado de bastante grasa en la adolescencia, a mixta hoy día con zonas muy secas en según qué momento. Con lo cual es importante adaptar los cuidados al estado y las necesidades de nuestra piel en cada momento.

Espero que este post os haya resultado útil. Y vosotras, chicas, ¿qué tipo de piel tenéis y cómo la cuidáis? A propósito de esto he colgado una nueva encuesta en la columna lateral. Me encantaría que os animárais a votar porque en función del resultado haré más posts sobre un tipo de piel u otro.

Gracias por leer y comentar y hasta la próxima, guapísimas.