Favorito del mes: crema de manos de Neutrogena

Como ya sabéis, siempre dedico el primer post de cada mes para hablaros sobre el producto que más he usado y más me ha gustado durante el mes anterior. El pasado viernes hice una excepción, porque quería daros una de las sorpresas que os había preparado para celebrar el tercer aniversario de mi blog, pero hoy volvemos a la rutina, así que os presento mi favorito de enero: la crema de manos de Neutrogena.

Seguramente muchas de vosotras la conocéis porque lleva ya unos 40 años en el mercado, y además con cierta frecuencia nos encontramos con campañas publicitarias en la televisión. Yo misma había oído hablar maravillas sobre esta crema de manos, incluso la había probado con anterioridad, pero no fue hasta este invierno, cuando esta crema, y en concreto, su versión concentrada, se convirtió en una salvación para mis manos.

Normalmente suelo tener la piel de las manos algo seca. Por si fuera poco, tengo la manía de lavármelas muy a menudo, y ya sabéis que fuera de casa es complicado encontrarse con un jabón suave, que no reseque demasiado. Y si a todo esto le añadimos el frío que ha hecho, y sigue haciendo este invierno, os podéis imaginar que la piel de manos estaba seca no, lo siguiente. Probé con varias cremas que tenía en casa y que hasta ahora me habían dado muy buenos resultados, pero ninguna me aliviaba la incómoda sensación que tenía de tirantez, irritación, y hasta picor. La crema de manos concentrada de Neutrogena era mi última esperanza y os puedo asegurar que no me defraudó. 

Desde la primera aplicación noté una diferencia abismal respecto a otras cremas. Las manos quedan increíblemente suaves, la sequedad y la irritación desaparecen al instante, y lo mejor de todo es que la sensación de tener la piel hidratada y confortable, se mantiene durante horas. 

El hecho de que la crema de manos de Neutrogena sea tan efectiva, se debe a que su fórmula está basada en una alta concentración de glicerina, combinada con diferentes emolientes que garantizan una hidratación duradera y protegen la piel hasta en las condiciones más extremas. 

Mención aparte merece la textura de la crema de manos concentrada de Neutrogena, ya que es bastante curiosa. Al principio, parece una especie de gel blanquecino, pero conforme la vamos extendiendo, se convierte en una crema blanca y densa. Pero a pesar de su densidad, la crema no resulta difícil de extender, y lo que me sorprendió mucho, fue lo rápido que se absorbe. No deja en absoluto sensación pegajosa, ni grasa, y lo cierto es que, tal y como indican en el envase, la crema cunde bastante. Al menos yo, con poquita cantidad tengo suficiente. 

Además me gusta mucho que el envase es pequeñito, contiene 50 ml, porque me resulta muy cómodo para llevarlo en el bolso.

Quizá lo menos destacable de la crema de manos concentrada de Neutrogena es su aroma, bastante neutral. A mí personalmente ni me gusta, ni me disgusta, pero seguro que muchas a vosotras a las que no os gusta que los cosméticos tengan una fragancia demasiado fuerte, lo agradeceréis.

Y esto es todo lo que quería contaros sobre mi producto favorito de enero. ¿Cuál ha sido el vuestro?

Como siempre, gracias por leer y comentar y hasta la próxima.