Con el verano recién estrenado, ahora que muchas de vosotras ya estáis preparando las vacaciones o quizá incluso estáis a punto de hacer las maletas, me ha parecido interesante recordar por qué es tan importante protegerse cuando nos exponemos al sol.
Indudablemente el sol es beneficioso para nuestro organismo porque es una importante fuente de vitamina D. Pero hay que tener en cuenta que también la excesiva exposición al sol sin la protección adecuada es muy perjudicial y puede ocasionar daños en nuestra piel, como por ejemplo, eritema solar (quemadura de primer grado), cambios de pigmentación, fotoenvejecimiento, arrugas e incluso melanoma.
Y eso que la cantidad de radiación emitida por el sol que llega a la Tierra es relativamente pequeña, puesto que las diferentes capas de la atmósfera detienen la irradiación que resulta más nociva para las personas. No obstante nos siguen llegando diferentes partes de la radiación solar:
Rayos Infrarrojos: proporcionan una sensación de calor y de bienestar. Hay que tener mucho cuidado porque son los responsables de los golpes de calor y de las insolaciones.
Rayos Ultravioletas A (UVA): Los UVA estimulan la pigmentación, y por lo consiguiente, el bronceado. Pero hay que tener siempre presente que son los responsables del envejecimiento prematuro de la piel. Son muy penetrantes, alteran las fibras elásticas y además intervienen en el desarrollo de algunos tipos de cáncer de piel.
Rayos Ultravioletas B (UVB): Los UVB estimulan la melanina y hacen que nuesta piel se broncee. Por un lado, nos benefician porque favorecen la síntesis de la vitamina D, pero por otro lado, disminuyen las defensas inmunitarias y a largo plazo también pueden provocar envejecimiento cutáneo prematuro y la aparición de algunos cánceres de la piel.
En resumen: los rayos UV alteran la estructura y el funcionamiento de las células, por lo que es imprescindible protegerse convenientemente del sol. Pero, ¿cómo elegir el producto que más se ajusta a nuestras necesidades?
Antes de nada, hay que tener claro cuál es nuestro fototipo que se determina en función del color de nuestra piel, cabello y la tendencia a las quemaduras solares y el grado de bronceado que solemos obtener. Se distinguen 6 diferentes fototipos:
Fototipo I: personas pelirrojas con tez blanca, alta tendencia a sufrir quemaduras y que apenas se broncean. Suelen ser personas extremadamente sensibles al sol.
Fototipo II: personas rubias con tez clara, que al exponerse al sol suelen quemarse y se broncean ligeramente.
Fototipo III: personas con piel clara y pelo castaño. Suelen ser más tolerantes a la exposición solar, pero si se exponen prolongadamente al sol pueden sufrir quemaduras. Consiguen broncearse con cierta facilidad.
Fototipo IV: personas con piel oscura que apenas se queman y suelen broncearse con facilidad.
Fototipo V: personas con piel y pelo oscuros que casi nunca sufren quemaduras solares y suelen conseguir un alto grado de bronceado.
Fototipo VI: personas con piel y pelo negro que se broncean sin sufrir quemaduras solares.
Pero con conocer nuestro fototipo no es suficiente para elegir correctamente el protector solar. Tenemos que tener en cuenta a qué tipo de exposición solar nos vamos a someter. En este sentido distinguimos tres tipos de exposición solar: moderada (cuando realizamos actividades al aire libre de corta duración), notable (actividades de larga duración o cuando estamos en la playa o la montaña), extrema (nos exponemos a ella en la alta montaña, los trópicos, glaciares, etc.).
Sabiendo esto ya podemos elegir el protector solar que mejor se ajusta a nuestras necesidades. Además la Comisión Europea nos ha facilitado bastante esta labor desde que en el año 2006 publicó una recomendación sobre la eficacia de los productos de protección solar según la que el SPF frente la radiación UVB debe estar comprendido entre 6 y 50+, y el índice frente los rayos UVA debe ser como mínimo 1/3, y así agrupar los protectores solares en cuatro grupo: de muy alta protección (SPF 50+, productos indicados para niños y personas extremadamente sensibles al sol), de alta protección (SPF 30, aconsejable para pieles sensibles o poco sensibles pero en condiciones de exposición extrema), de protección media (SPF 20, indicado para pieles poco sensibles al sol con tendencia a broncearse fácilmente), y de protección baja (SPF 10, para pieles resistentes al sol).
Espero que el post os haya resultado útil e interesante, y no olvidéis que es importantísimo aplicar el protector solar unos 15 - 20 minutos antes de exponeros al sol, y renovar la aplicación cada dos horas o incluso después de cada baño, una vez que os hayáis secado bien.
Gracias por leer y comentar y hasta la próxima!
Muy buen post. Nunca está de más que nos recuerden lo bueno y lo malo del sol ;)
ResponderEliminarMás por Menos
http://ymaspormenos.blogspot.com
Pues me ha venido muy bien el post, porque el otro día iba a comprar mi crema solar y me quede... ¿cual me servirá a mí? eso ya no me pasara el próximo día.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu post. Soy fototipo III :-) Creo que la mayoría de la gente no lo sabe y se hace un lío, por más que nos empeñemos, piensan que cuanto más alta es la protección, menos morenos se pondrán, hace años que batallo con mi familia y por fin parece que me hacen caso. Seguro que tu post ha ayudado a muchas personas a saber en qué consiste y cuál es la adecuada para ellos. Un besote!
ResponderEliminarMuy buena entrada, muy útil! A ver si la gente (me incluyo) poco a poco va tomando conciencia de lo importante que es protegerse debidamente del sol. Yo creo que soy Fototipo II, así que tengo que ir con bastante más cuidadín!
ResponderEliminarMuy buenas recomendaciones que no todo el mundo sigue al pie de la letra cuando todos deberiamos hacerlo!, muy interesante ;)
ResponderEliminarMe ha parecido una introducción estupenda..ahora tengo ganas del leer el II!! BESOS!
ResponderEliminarLo que tengo clarísimo es que yo prefiero usar una protección que se pase de alta a que se pase de baja.
ResponderEliminarBesos!
Un post muy bueno... acerca del sol!!!!
ResponderEliminarBesos
http://ginger-maquillajealos50.blogspot.com/
Un gran post Nyna! A veces cometemos muchas imprudencias con el sol, no nos ponemos crema, creemos que si no hay sol no nos quemamos! Pero la piel tiene memoria, y es sol es muy perjudicial!
ResponderEliminarUna gran recordatoria en tu post!
Un beso y feliz día, Andrea La vida en rosa
Qué bueno. ^_^ Ya me puedo orientar mejor con las cremas ^_^ Soy el fototipo II.
ResponderEliminarBesitooooosss
Un post muy útil e interesante, más vale echarse más protección que menos :) Besos!
ResponderEliminarYo ta tengo aplicadita mi crema solar, así que.... me voy al jardín! :D
ResponderEliminarHola guapa:
ResponderEliminarhoy me estoy poniendo al día de los blogs. Con tanto viaje y preparativos, no puedo más.
Un beso fuerte.
Inma